Cada vez son más las parejas que prefieren los diseños a medida y personalizados a la hora de escoger sus invitaciones de boda, y dentro de estas personalizaciones, en los últimos 10 años estamos notando un cambio de tendencia. Y es que años atrás nos pedían personalizaciones muy rockeras pero, digamos, en modo soft-rock (Vamos, para que no se asuste la abuela). Pero es que en esta última década estamos notando un cambio de tendencia. Nos hemos dado cuenta de que la mayoría de parejas cada vez pide un tipo de diseño más duro, pasando del hardrock al metal, cada vez con menos filtros, cada vez con más elementos, digamos, no tan propios de un enlace matrimonial convencional.
Con todo esto se hace notable lo lejos que están nuestros clientes de las típicas invitaciones de boda clásicas de tipografía retorcida, colores pastel y motivos florales.
Y es que, no se puede competir contra una guitarra eléctrica, el fuego y tumbas. Sí, sí, ¡tumbas! A esto me refería antes con lo del cambio de tendencia.. Para muestra, un botón:
¿Qué os mola? Es un diseño de invitación de boda original y divertida a la par que atrevida, ¿verdad?
Bueno, no diré que fue fácil diseñarla, pero todo tiene su proceso.
La cosa fue más o menos así:
Lucia y Javier se pusieron en contacto con nosotros a través del formulario de contacto de nuestra web. Nos enviaron esta foto:
Junto con el siguiente texto:
¡Hola! Nos casamos el 19 de julio, y como organizamos una boda rockera qué mejor que las invitaciones sean entradas de concierto. Queremos algo parecido al Eddie al fondo, pero que nuestra foto en la entrada fuera un poco más pequeña, vamos que no se nos vea en primer plano. Te mando una foto en la que estamos en un concierto de los Stones, a ver si os sirve y sale algo chulo. Podéis poner efectos. Muchas gracias.
Así que nos pusimos manos a la obra y lo primero fue recortar a Lucia y Javier para sacarlos del concierto de los Rolling y meterlos en un cementerio.
Lo siguiente fue incluir al Eddie violinista, teniendo mucho cuidado en que todo esté bajo las mismas tonalidades (azules y amarillos) para que quedara todo integrado y formando parte de un todo.
El turno ahora es el de la tumba.. Al principio me pareció un poco.. heavy (nunca mejor dicho) pero conforme le daba al texto la inclinación, el bisel y el relieve adecuados, cada vez me parecía mejor idea.
Pero el diseño estaba pidiendo a gritos que sus nombres estuvieran destacados, así que escogimos la tipografía adecuada para que se leyera perfectamente y a la vez fuera lo suficientemente siniestra.
Ahora solo había que hacer que pareciera una entrada de un concierto y… voilà!
¿Y qué pasa con la parte trasera de la invitación? Bueno, pues también la cuidamos al máximo. Lucía nos pasó este mapa:
Y con bastante arte y gracia, nosotros lo convertimos en esto:
Rehaciendo el mapa y con un poco de lírica y gracia en los textos, convertimos la parte trasera en un más que digno diseño para las invitaciones de boda rockeras de Lucia y Javier.
Chicos, muchas gracias por habernos confiado vuestro proyecto. ¡Nosotros lo disfrutamos muchísimo!